¿Estás empezando algo nuevo y sentís miedo? ¿No sabés cómo pasar del miedo a la acción? ¿Sentís que estás paralizad@? ¿Dudás de si vas a poder con eso, y por eso te saboteás? Y sobretodo, ¿Querés dejar de sentir miedo y empezar a sentirte segur@?
El miedo es algo común. Así que, antes que nada, tranqui. A todos nos pasa.
Cuando hacés algo que nunca antes hiciste; cuando te animás al fin a soñar a lo grande, la incertidumbre y el miedo se plantan en tu cabeza como si quisieran hacer un nido ahí.
Y ese es el momento justo para espantarlo.
Es inevitable. Siempre que salís de tu zona de confort, de lo conocido y de lo seguro, vas a sentir miedo. Los seres humanos tenemos miedo a lo desconocido, nos da pánico la incertidumbre.
Por eso, soñar en grande da un miedo terrible. Por eso, cuando querés dar un paso gigante es cuando más te paralizás.
Pero hay muchas formas de lidiar con el miedo, de enfrentarlo y pasar a la acción.
Buscá certezas: la mejor forma de pasar del miedo a la acción
Como te dije antes, el miedo viene de la duda, de preguntas como “¿Qué pasará luego?” “¿Y si todo sale mal?” o bien “¿Y si sale mejor de lo que creí y se me escapa de las manos?”.
Por eso una excelente forma de espantar los miedos es visualizar diferentes posibles escenarios y pensar un plan de acción concreto para cada posibilidad.
¿Y si sucede lo peor?
¿Cuál sería el peor escenario posible? ¿Si sucediera, cómo podrías resolverlo? A veces lo peor que puede pasar tiene formas de arreglarse, así que el riesgo no es tan terrible como parece a simple vista.
Estás armando un evento y necesitás que al menos 50 personas se inscriban para costear los fondos. ¿Y si no alcanzo a las 50 inscripciones? ¿Qué puedo hacer si no alcanzo a las 50 inscripciones?
El miedo a la incertidumbre podría decirte “No lo hagas, por si acaso…” Pero también podés buscar soluciones de antemano: buscar sponsors, o hacer una preventa con uno o dos meses de anticipación, incluso hacer charlas en lugares donde esté el público más interesado en el evento para captarlos con más facilidad.
Lo importante es minimizar los riesgos, e intentar prever las peores situaciones para ver cómo lidiar con ellas; o bien, cómo convertirlas en oportunidades. Es increíble la cantidad de escenarios “negativos” que imaginamos, que en realidad son oportunidades maravillosas.
Estoy segura que has sentido este miedo a “que todo pueda salir mal” millones de veces y lo conocés bien. Pero este no es el peor de los miedos que nos llevan a estar paralizados.
El miedo que más nos paraliza es al revés. ¿Y si todo sale bien? ¿estoy dispuesta a pagar el coste de lograr mis sueños?
¿Y si sucede lo mejor?
Tal vez no te habías dado cuenta, pero muchas veces sos vos quien se pone piedras en el camino por miedo a que las cosas vayan “mejor de lo que pensabas”, y se te vayan de las manos.
Pongamos por ejemplo que ponés una promoción para captar nuevos clientes, y te va demasiado bien, mucho mejor de lo que esperabas. Tenés tantas solicitudes de trabajo que no das abasto.
Tenés miedo de quedar mal con todos esos clientes. Así que, por las dudas, hacés menos publicidad. Es decir, por las dudas, te limitás. Te ponés piedras en el camino, para no crecer tan abruptamente.
Podrías volar y empezar a vivir la vida de tus sueños, pero el miedo a que no puedas con ella te abruma y preferís quedarte en el molde, o apuntar más bajo… Es un problema que seguro has tenido más veces de los que creés.
Pero ese miedo también puede sanarse.
Imaginá: si todo fuera demasiado bien, y no das abasto con tanta abundancia, ¿qué podés hacer? ¿qué podés hacer si todo sale mucho mejor de lo que esperabas?
Siguiendo con el ejemplo, ¿por qué no contratar a alguien más? ¿o bien tercerizar? También puede ser una gran opción crear una sociedad, dar un paso agigantado.
¿Dan miedo estas opciones? Investigá sobre ellas. Nada mejor que la certeza para espantar los miedos, y pasar del miedo a la acción. Buscá ejemplos, preguntá, indagá… ¡pero no te quedes con la duda! La duda hará que te quedes quiet@.
Buscá información que llene esas dudas para poder saber cuál es el mejor camino para lograrlo. La información te dará seguridad. Y con seguridad, vas a poder avanzar con más confianza y determinación.
Soñá a lo grande
No tengas miedo de soñar a lo grande. Alejá ese miedo y reemplázalo por certezas, por seguridades. Podés hacer todo lo que te propongas, el quid de la cuestión es encontrar la mejor forma de hacerlo. Dejá tus inseguridades atrás, pasá del miedo a la acción y animate a vivir lo que tanto querés.
Espero haberte ayudado con estas ideas y consejos. Si tenés alguna idea o hábito que te ayude a lidiar con tus miedos y reemplazar la parálisis por acción, por favor, compartilo en los comentarios.
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Como si me lo estuvieras escribiendo a mi Gisela. Amo este blog.
¡Qué bien, Leo! Espero te haya servido el post y te animes a ir a por tus sueños. Sé muy bien que podés. Despejá dudas, y lanzate al éxito 🙂