Tantos y tantos sueños por cumplir, tantas cosas que querés hacer…
Y, para variar, el tiempo es uno solo. Limitado, poco, corto… siempre lo mismo. Puede parecer frustrante, pero en realidad, no debería. El limitante de tiempo es el motor que nos empuja a empezar hoy, y no dejarlo para más adelante.
Tuve que aprender esta premisa en carne propia: mis primeros tres años en la facultad resultaron ser terribles. Tenía todo el tiempo del mundo (no trabajaba, así que aparte de estudiar y las tareas de la casa, no tenía ninguna otra gran obligación), y aún así llegaba siempre por los pelos con las entregas, incluso varias horas tardes.
Todo cambió el cuarto año. En realidad, no todo, sólo yo. Me propuse llegar con todo al día, organizarme para vivir sin tanto estrés (solía tomar entre 2 y 3 tés de tilo por día). Me planteé mis prioridades. Y cuando terminé el cursado, era la estudiante más avanzada con su Proyecto Final. No lo podía creer.
Años más tarde entendí cuál había sido la clave. No era sólo el deseo, la decisión de lograrlo (eso ya había existido antes). Era la organización. Había sabido ponerme objetivos, y había establecido mis prioridades.
Primero, el estudio. Después, las actividades extra académicas (teatro, scout, voluntariados…),. Luego, la casa, los paseos y los amigos. Siempre había sido así. Pero esta vez, lo tenía por escrito.
No creí que cambiara tanto tener las cosas por escrito. Pero es que cada vez que habría el cuaderno, mis palabras escritas me decían, una y otra vez, cuáles eran mis prioridades, cuáles mis objetivos.
Así que, organizarme a partir de ahí fue fácil. Definir horarios de estudio, con tiempo cada día hacía que fuera mucho más eficiente durante unas cuantas horas. Y si cumplía con lo pactado, me premiaba con tiempo libre para juntarme con amigos, ver una peli o leer un libro.
Fue un año inolvidable. Por eso sé que si vos también te proponés objetivos y establecés bien tus prioridades, y actuás en consecuencia, vas a poder vivir un cuatrimestre que recordarás toda tu vida.
Así que, ¿cuáles son tus objetivos más importantes? ¿a qué vas a dedicarle más energías y recursos? Te servirá mucho establecerlo como porcentajes, o con puntos. Cuanto más definidas estén tus prioridades, más simple te será organizarte, y encontrar tiempo para todo. ¡Vos podés!
Ahora, me encantaría saber tu opinión en los comentarios, ¿qué tan importante ha sido tener tus prioridades claras en tu rendimiento académico.